El sector cementero no es intensivo en lo que respecta al consumo de agua, teniendo consumos bastantes estables a lo largo de estos últimos años. No obstante, el reto asociado a la escasez del agua en España y el hecho de que el consumo de este recurso en la cadena de valor del cemento sea un factor relevante (aunque en las mezclas de hormigón cada vez se emplea más agua recirculada) hace que la sensibilidad del sector al reto del agua esté aumentando progresivamente.