LAS CEMENTERAS AHORRARON MAS DE 375.000 TONELADAS DE CO2 GRACIAS A LA VALORACIÓN ENERGÉTICA EN 2009

  • De las 37 fábricas integrales en funcionamiento en 2009, 31 están autorizadas a valorizar residuos energéticamente.
  • La emisión de CO2 evitada por el uso de biomasa equivale a las emisiones de 122.000 coches en un año
  • La valorización de residuos ha pasado del 5,2% en 2007 al 11,2% en 2009 , lejos del 22% alcanzado en Europa en este último año

La Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (FUNDACIÓN CEMA) presenta en Barcelona la actualización del estudio “Reciclado y valorización de residuos en la Industria Cementera en España”, (publicado por primera vez en 2009) que recoge las cantidades de residuos recicladas y valorizadas energéticamente en instalaciones integrales de producción de cemento durante los años 2007 a 2009 y el análisis de las modificaciones de las Autorizaciones Ambientales Integradas que se han producido hasta diciembre de 2010.

Las características propias del proceso productivo de las fábricas de cemento, como afirma Dimas Vallina, Director Gerente de la Fundación CEMA, suponen “una alternativa para la gestión de residuos cuyo principal valor es la posibilidad de reciclar y valorizar energéticamente con óptimas condiciones técnicas y ambientales y, lo que es más importante, sin generar riesgos añadidos para la salud de los trabajadores o del entorno”. La valorización de residuos supuso un 5,2%, 6,8% y 11,2% de sustitución en energía respecto al consumo total de combustibles en cementeras españolas en 2007, 2008 y 2009, respectivamente, lejos del 22% alcanzado en Europa en 2009, donde la sustitución energética llega en algunos países hasta el 83%, como es el caso de Holanda.

La valorización energética y el reciclado de residuos en España

De 2007 a 2009 las cementeras españolas han pasado de valorizar 327.046 a 479.469 toneladas de residuos. Los combustibles alternativos con mayor aportación térmica durante estos años han sido los neumáticos fuera de uso, las harinas animales y los disolventes, barnices, pinturas y mezclas.

El reciclado de residuos para su empleo como materias primas alternativas en el proceso de producción de cemento está autorizado en 27 instalaciones, y se han identificado 62 tipologías de residuos autorizados para ser reciclados con este fin. La mayoría de ellos son los agrupados en la categoría de Residuos de centrales eléctricas y otras plantas de combustión (cenizas volantes), y la de Residuos de la industria del hierro y el acero (escorias de alto horno).

Por otro lado, de las 37 fábricas en funcionamiento en 2009, 36 han empleado materias primas alternativas en sus procesos productivos, casi 2,7 millones de toneladas en 2009, que supusieron el 6,8% del consumo total. Las más utilizadas durante este periodo fueron las cenizas volantes de central térmica y las escorias de alto horno, como adiciones del cemento.

El estudio “Reciclado y valorización de residuos en la Industria Cementera en España”, completo con las últimas actualizaciones y datos de evolución de la valorización en cementeras desde 2004, se pueden consultar en la nueva web de la Fundación CEMA, www.fundacioncema.org.

Un elemento clave para avanzar en la lucha contra el cambio climático

La valorización energética de biomasa en instalaciones de producción de cemento supusieron un ahorro de 375.570 toneladas de CO2 en 2009, debido a la neutralidad de las emisiones de origen biogénico, equivalentes a la emisión de 122.000 coches en un año.

La utilización más eficiente de los recursos ayudará a Europa a alcanzar muchos de los objetivos ya fijados en distintas áreas (según la Estrategia Europa 2020) para el crecimiento y el empleo, y será un elemento clave para avanzar en la lucha contra el cambio climático. La eficiencia el uso de residuos como combustible en las cementeras ha sido destacada por la Comisión Europea (en el informe “A resource efficient Europe Flagship initiative under the Europe 2020 Strategy”), como una de las mejores prácticas de la industria para el ahorro de emisiones pues, además de reducir las emisiones de CO2, ahorra costes energéticos y reduce los residuos, muchos de los cuales, en el caso de España, acaban en vertederos, generando gases contaminantes.